Siete paseos para conocer Córdoba
Calles Siete Revueltas y Ronquillo Briceño
Ver:
- Casa de las Campanas.
- Fachada de Santiago.
Recorrido:
Calle Siete Revueltas. Al final y a la derecha la calle Frías que termina en Ravé. A la derecha se llega a la calle Agustín Moreno, cruzar y seguir por la calle de los Tintes hasta Claustro. Al final, a la derecha por la calle del Viento se vuelve a Agustín Moreno (Sol).
Descripción:
Como alternativa a recorrer sólo la calle Agustín Moreno se propone dar un rodeo para pasear por unas calles solitarias y olvidadas con casas pintadas en blanco y ocre que esconden muchas de ellas hermosos patios.
Calle de Frías | Calle de Ravé |
Agustín Moreno desde Pta. de Baeza | Calle de los Tintes |
Calle del Claustro | Calle de Ronquillo Briceño |
Antes de llegar a la iglesia de Santiago girar a la izquierda por la calle Siete Revueltas uno de los sitios más raros y extraños de Córdoba. Llámase así por componerse de siete callejas hasta salir a la plazuela del Conde de Gavia, formando además otras cuatro sin salida, algunas de ellas en extremo desaseada, según parecer de Ramírez de Arellano. Al final del primer tramo está la casa de las Campanas, por haber sido fundición. Casa del siglo XV, fue solariega de Pedro de Montemayor, señor de Alcaudete, y actual Sede de la Asociación Amigos de los Patios cordobeses. Por encima de su sencilla fachada sobresalen dos altos cipreses que invitan a visitar su interior. El jardín da paso a una galería de 3 arcos, el central de medio punto y los laterales polilobulados sobre columnas de piedra con capiteles adornados. La portada tiene el frontón con ricos adornos mudéjares.
Se sigue por la calle de Frías y se pasa el callejón del Santísimo, llamado así por una custodia que tuvo pintada en la fachada de una de sus casas, hasta llegar a la confluencia de Cruz Verde y Ravé. Se sigue por esta calle, donde estuvo la casa principal de los Gutiérrez Ravé, hasta Agustín Moreno (Sol) que se atraviesa para continuar por la calle de los Tintes. Antes de llegar al Paseo de la Ribera se gira a la derecha por la calle Claustro, llamada así por dar a ella el claustro del que fue convento, adosado a la iglesia, de los Caballeros del Temple y después de Santiago. Finaliza esta calle en la de Ronquillo Briceño (por el que fue el corregidor de Córdoba que remodeló la plaza de la Corredera), antes llamada del Viento, perpendicular al río y en dirección opuesta discurre paralela a la fachada gótica de la Iglesia de Santiago.
De nuevo en la calle Agustín Moreno se puede continuar el primer recorrido.