Siete paseos para conocer Córdoba
De la Calle Osio a la Plaza de la Alhóndiga
Ver:
- Casas señoriales.
- Ermita de la Concepción.
Recorrido:
La calle Osio parte de la calle Rey Heredia por la fachada lateral de convento de Santa Clara y desemboca en la Plaza de Abades. De ésta parte hacia la Ribera la calle Alfayatas por la que se continúa hasta Cardenal González, que se atraviesa para llegar a la Plaza de la Alhóndiga.
Descripción:
La calle Osio llamada calle de la Espalda de Santa Clara hasta 1852 en que fue dedicada al Obispo Osio nacido en Córdoba el año 257. Acompañó al Emperador Constantino a Milán en el año 313, siendo posiblemente el artífice de su conversión al cristianismo y de su Edicto de Milán, en el que da carta de libertad a dicha religión. Cuando el arrianismo comenzó a extenderse en Alejandría fue enviado para combatir la herejía y convocó el Concilio de Nicea, en el año 323, en el que él mismo redactó el Credo. La calle Osio se abrió en época medieval cristiana partiendo en dos la conocida como manzana de la Reina.
Calle Osio nº 18 | Calle Osio nº 10 | Calle Osio nº 5 |
La calle Osio tiene casas patio como la nº 18 cuya portada adintelada da paso al zaguán desde el que se accede al patio por un arco de medio punto. El patio con suelo de chino cordobés conserva un pozo con brocal cerámico musulmán. Casas solariegas del siglo XVI como la nº 10 con portada renacentista de piedra con dintel lobulado sobre el que hay grabado un cayado episcopal. O la casa racionalista de Enrique Tienda en el nº 5 cuya portada la forma un arco de herradura de final del XIX protegido con cancela, posible acceso al mercado que había en el siglo XIX. La azotea tiene almena con merlones de imitación califal.
Plaza de Abades. En el siglo XIV se llamaba plaza del Malcocinado. Un siglo más tarde se conocía por la plaza de la Carnicería o de la Carnicería de Abades. También se llamó plaza de Santa Clara por el convento de dicho nombre. Lo más destacado de la plaza es la Ermita de la Concepción. Cuenta Ramírez de Arellano que la imagen que se veneraba en la ermita se encontró al derribar un tabique del vecino convento de Santa Clara. Tuvo fama de milagrosa y le tenían gran devoción los vecinos, que en 1750 levantaron la ermita. Era tan pequeña que los fieles oían la misa desde la plaza, dando lugar a algunas irreverencias por lo que fue cerrada al culto. La portada ha sido restaurada y es de arco de medio punto con frontón curvo partido y óculo elíptico. Ha recuperado la decoración original. La corona una sencilla espadaña de un vano.
Destaca en la plaza la casa regionalista del siglo XX del arquitecto Francisco Azorín, situada enfrente de la ermita. Tiene tres plantas y un torreón en la esquina con arcos de herradura con alfiz, al igual que las ventanas de la tercera planta, adornados los pretiles con azulejos. En la Plaza de Abades además de la calle Osio confluye desde la calle Rey Heredia y por la otra fachada del convento la calle Portería de Santa Clara. Desde la Mezquita llega la calle Martínez Rücker y desde la Ribera llegan las calles Zapatería Vieja y Alfayatas (sastras, mujeres dedicadas a coser ropa de hombres). En todas ellas hay interesantes construcciones de los siglos XVIII y XIX. El paseo continúa por la calle Alfayatas has la calle Cardenal González, que simplemente se atraviesa, para llegar a la Plaza de la Alhóndiga.
Portería de Santa Clara | Calle Martínez Rücker | Calle Alfayatas |
Plaza de la Alhóndiga. Toma el nombre de la alhóndiga o casa pública destinada para la compra y venta del trigo que existió en la plaza hasta mediados del siglo XIX. En el fondo de la Plaza de la Alhóndiga se levanta un edificio de estilo modernista que presenta en su fachada un gran arco de herradura realizado con dovelas de piedra que puede parecer de origen medieval islámico. En el sondeo arqueológico realizado antes de la remodelación de la plaza se encontró en el propio arco de herradura una inscripción con la fecha de construcción (1917) y el nombre del arquitecto (F. Azorín) que proyectó el edificio para sede de la Casa del Pueblo. Posteriormente fue propiedad privada y albergó el restaurante La Herrería. En el otro extremo de la plaza hay una fuentecita circular.