Siete paseos para conocer Córdoba
De Huerto de San Pedro el Real a Calle San Fernando
Ver:
- Ermita de la Aurora.
- Fuente barroca.
Recorrido:
Desde el claustro de San Francisco parte Huerto de San Pedro el Real. Seguir hasta su confluencia con la calle Maese Luis que se ha de tomar hacia la izquierda hasta llegar a la calle San Fernando. De nuevo hacia la izquierda bajar hasta el nº 66 donde se abre el callejón de Junio Galión.
Descripción:
Estas calles eran conocidas como Barrionuevo de la Calle de la Feria por haberse construido después de la conquista de Córdoba para unir la Ajerquía con la Almedina, separadas en tiempo de los árabes por un ejido colindante a las murallas. La calle Maese Luis debe su nombre a un médico que vivió en esta calle en el siglo XV. En las excavaciones hechas en esta calle se han encontrado sarcófagos romanos y restos de una calzada también romana. Hay en esta calle muchas casas patio de los siglos XVIII y XIX como las nº 5 y nº 23 con torreón en la esquina; las nº 19 y nº 3, Escuela de Turismo, con portadas adinteladas de piedra. La nº 20 dedicada a aparcamiento conserva en su sótano los restos de la calzada romana
La calle de San Fernando fue dedicada en el año 1862 al conquistador de Córdoba, pero sigue conociéndose por su antiguo nombre Calle de la Feria, por la que celebraban en este lugar los calceteros, que duraba los ocho días anteriores al de la Virgen de Linares, anunciada por toda la ciudad por una cabalgata con clarines y chirimías. Era una de las calles más importantes de Córdoba, en la que se celebraron procesiones, toros y cañas y hasta ejecuciones, por lo que se alquilaban sus balcones para presenciarlas. Durante las celebraciones religiosas se adornaba la calle con arcos, altares y colgaduras. Para celebrar la proclamación de Carlos IV en 1789 colocaron un gigante de más de 16 metros con un pie en cada acera, simulando al Coloso de Rodas. Otros arcos de triunfo y adornos se colocaron con motivo de las visitas de Fernando VII e Isabel II. La tradición se mantiene y en 1939 se coloca al final de la calle, en la Cruz del Rastro, un Arco de la Victoria del General Franco.
Ermita de la Aurora. La Ermita de la Aurora se construyó adosada al lienzo de la muralla romana en 1725, gracias al esfuerzo y devoción de la Hermandad de Nuestra Señora de la Aurora, que tenían una imagen de la Virgen sin sitio donde colocarla. Adquirió fama por ser su Rosario de la Aurora el más lucido de cuantos salían en Córdoba, sacando la imagen rodeada de enormes farolas de hojalata adornadas con labores de cristal. La Ermita se derrumbó a mediados del Siglo XX permaneciendo en abandono hasta diciembre de 1998, en que su espacio fue rehabilitado por la Empresa Municipal de Viviendas, conservando únicamente un fragmento de fachada y restos de la muralla de la Villa al fondo. La portada la forma un arco de medio punto enmarcado por alfiz sobre el que sale un frontón curvo partido. En el cuerpo superior hay una hornacina vacía que sostiene un frontón triangular rematado por una cruz. Se celebra en su solar un mercadillo dominical del libro antiguo, coleccionismo y antigüedades.
Fuente barroca. Fuente de dos caños de bronce adosada a la pared de la casa nº 29. Originalmente era un abrevadero que estaba surtido con agua del Venero de Santo Domingo de Silos en la Plaza de la Compañía. En 1796 el Corregidor Eguíluz la reformó y dotó de una taza barroca de mármol azul del país procedente del patio del viejo Ayuntamiento. Según Ramírez de Arellano a la fuente no le dieron la mejor forma a pesar de costar cinco mil reales, cantidad importante para la época. En el frontal hay grabado: "INTRANSITATE REGIS CAROLI IV CUM REGALI FAMA ANNO 1796. Pena de cuatro cudados al que ate bestias o aga daño en esta fuente" (sic). Sobre la fuente, en la fachada de la casa destaca una doble logia de ladrillo de arcos de medio punto y columnas de piedra.
Poco más abajo del Mercado de la Aurora y a la altura del nº 66 se abre el Callejón de Junio Galión por donde prosigue el paseo.