Siete paseos para conocer Córdoba


De la Calle Juan Rufo a la Plaza del Cardenal Toledo

De la Calle Juan Rufo a la Plaza del Cardenal Toledo

Ver:

  • Convento del Císter.

Recorrido:

La calle Juan Rufo finaliza en la calle Alfaros que se ha de tomar hacia la izquierda hasta la confluencia de Capitulares con Alfonso XIII. Subir por ésta hasta la primera bocacalle a la derecha, calle Carbonell y Morand, que llevará hasta la Plaza del Cardenal Toledo.

Descripción:

La Calle Juan Rufo (antes se llamó Subida a la Fuenseca y de las Imágenes) se  dedicó en 1862 al poeta cordobés Juan Gutiérrez (1547-1620) que cambió su apellido por el de Rufo. Fue cronista de Don Juan de Austria al que acompañó en la batalla de Lepanto y al que dedicó su poema épico La Austríada.

Juan Rufo Alfaros
Calle de Juan Rufo Calle de Alfaros

Se sigue por la Calle Alfaros (antigua Carnicerías) en dirección contraria a la tomada al comienzo de este paseo, hasta llegar a la Calle Alfonso XIII y girar a la derecha por su primera travesía, Calle Carbonell y Morand. 

Carbonell y MorandCalle Carbonell y Morand. Se ha llamado Licenciado Pedro Nuñez (en los padrones del siglo XVII), Del Rector (por vivir en ella el de la Parroquia del Salvador), De Pedro Muñiz (personaje que vivió en ella), Del Cister (por el convento de esta calle y nombre con el que aparece en el Plano de los franceses de 1811). Está dedicada al empresario alicantino Carlos Carbonell y Morand, hijo mayor del fundador de la Casa Carbonell de Córdoba. Tras la muerte de su padre en 1878 fue gerente de la misma, hasta su fallecimiento en 1917. Fundó la Cámara de Comercio de Córdoba y fue el principal impulsor de la construcción del pantano del Guadalmellato y del ferrocarril de Puertollano. En el nº 14 estuvo la primitiva Casa Carbonell hasta su traslado a Ángel de Saavedra. Se construye en el siglo XIX, con dos plantas de altura y a mediados del siglo XX se le añade la tercera planta, obra de Félix Hernández. Su fachada es ladrillo visto con zócalo de piedra. En el nº 24 hay una casa solariega del siglo XIX con amplio jardín, que se encuentra en estado de abandono.

Siguiendo la fachada lateral de la que fue sede del Gobierno Civil en 1907, obra de Adolfo Castiñeyra Boloix y actualmente Instituto Maimónides, se llega al Convento del Císter y a la Plaza del Cardenal Toledo.

Convento del CísterConvento del Císter. Fue fundado en 1671 en la casa donde estaban las Cuadras del Rey, y está dedicado a la Purísima Concepción. La iglesia, de 1725, fue construida gracias al obispo Marcelino Siuri. La iglesia tiene una sola nave con bóveda de cañón y un corto crucero con cúpula oval. El retablo del altar mayor es de talla, dorado con las imágenes de San Benito y San Bernardo y encima un cuadro de la Purísima Concepción. La fachada tiene una portada barroca en piedra con frontón partido que acoge una hornacina y está rematada por un gran frontón triangular. Tiene una espadaña con tres vanos pintada en blanco y ocre. El convento se apoya en la muralla y ha adaptado su construcción al desnivel existente hacia la calle Alfaros. Tiene cinco patios, tres hacia la fachada y dos más traseros.

Fuente Plaza del Cardenal ToledoPlaza del Cardenal Toledo. Dedicada a fray Juan Álvarez de Toledo, de la casa ducal de Alba, nombrado obispo de Córdoba en 1523 y que gobernó esta diócesis durante catorce años. Conocida antes como Plaza de las Dueñas por estar levantada sobre parte de lo que fue el Convento de Santa María de las Dueñas, desaparecido tras la desamortización de 1868. No se urbaniza hasta 1.895, con proyecto del arquitecto municipal Patricio de Bolomburu, que incluye su transformación en jardín. A mediados del siglo XX fue reformada por Víctor Escribano Ucelay que la dota de una fuente de mármol blanco de estilo borbónico con pilón y dos tazas. Nuevamente fue reformada en los años 90 del siglo XX.