Plaza de Capuchinas

Ver:

• Estatua del Obispo Osio.
• Convento de las Capuchinas.
• Capilla de las Hermanas de la Cruz.

Recorrido:

Desaparecida la barrera de contenedores que durante años ocultaron la plaza de Capuchinas ya no hay obstáculos para entrar en ella y en el convento de Capuchinas y visitar su claustro. Volver a Alfonso XIII y continuar hasta la Plaza Mármol de Bañuelos.

Descripción:

La plaza de las Capuchinas es un ensanche de la calle Alfonso XIII, en la que está el convento de San Rafael de las religiosas Clarisas Capuchinas, del que toma el nombre. Antes se llamó del Conde de Cabra y del Duque de Sessa, que allí tuvieron su palacio. La plaza se crea al construir la iglesia del convento de las Capuchinas en 1725 y además, haciendo esquina con la calle Alfonso XIII, está la capilla y residencia de las Hermanas de la Cruz. En el centro de la plaza, rodeado de bancos de piedra, araucaria, palmeras y naranjos se levanta el monumento al Obispo Osio de Córdoba, con bajorrelieves en el pedestal con episodios de su vida: consejero del Emperador Constantino, enfrentado al arrianismo convoca el Concilio de Nicea (325) y sufre tormento y destierro al final de su vida. Es obra del escultor Lorenzo Coullant Valera, inaugurado el 27 de abril de 1926 para conmemorar el XVI centenario del concilio de Nicea.

Convento de Capuchinas. El Duque de Sessa en 1655 destinó su casa solariega (mudéjar del siglo XV) para fundar un convento de la orden capuchina en la que quería ingresar su hija. La iglesia de 1725, edificada por el obispo Marcelino Siuri, tiene una sola nave y está dedicada a San Rafael que preside el altar mayor, tallado en el taller de Teodosio Sánchez de Rueda hacia 1730 y que conserva el color de la madera. El convento tiene tres patios principales y un extenso huerto bordeado por la calle Obispo Fitero. El primer patio hace de compás o antesala del convento y lo rodean cuatro galerías con arcos sobre columnas y techo artesonado. El claustro principal, en el interior, da acceso al salón noble del antiguo palacio, convertido en refectorio, de construcción mudéjar con artesonado. La portada principal, rematada por el escudo del obispo Marcelino Siuri, es barroca y da paso a la iglesia desde la plaza.  Desde la calle Torres Cabrera se accede al patio por una segunda portada menor.

Convento de las Hermanas de la Cruz. La congregación fue fundada por Ángela de la Cruz (Sevilla, 1846) con la finalidad de prestar servicio a los más pobres. Se instalan en Córdoba en la plaza Capuchinas en la casa que hace esquina con Alfonso XIII, cedida a la Congregación por Don Antonio Martínez de la Tejada y su esposa. La reforma de adaptación del edificio pudo hacerse gracias a la generosidad del ganadero Salvador Guardiola y su esposa en memoria de su hijo Joaquín, asesinado a los diecisiete años en defensa de su padre, como recuerda un azulejo en el interior del convento. La capilla es del arquitecto Daniel Sánchez Puch y la entrada es a través de un arco de medio punto cerrado por una sencilla cancela. La corona una espadaña de un solo vano con una pequeña campana. La comunidad, dedicada al cuidado y asistencia de los más pobres, vive de la caridad  pidiendo de puerta en puerta.